lunes, 18 de marzo de 2013

Infancia: dos poemas



De María Teresa Andruetto

Hamaca

Estoy en cama
                (la enfermera 
                se llama Erminda)
Por la ventana que da al patio, 
mi hermana pasa a bordo de una hamaca.
Pasan también las moras, el verano, 
las chicharras
. Ha de ser octubre,
como esta tarde, o tal vez noviembre,
y el calor agobia, porque mi padre
que llega del trabajo, se ha soltado,
cosa extraña, la corbata. Yo estoy
en cama. Y Ana que pasa alegre,
viva, a bordo de la hamaca. 
Habrá sido de vidrio el aire, 
como esta tarde.


Peras

Había una rosca cubierta 
de azúcar, una mesa con el hule 
verde y una frutera de vidrio 
(por la loneta de las cortinas, el sol 
sacaba tornasolados color de ajenjo), 
y había peras. Recuerdo los cabos rotos 
y el punto negro que, en una de ellas, 
hace el gusano. Sé que las dos teníamos 
el pelo corto y unos vestidos 
almidonados.
Después algo (quizás el viento) 
sonó allá afuera
y mi madre dijo 
que acababan de pa
sar 
Los Reyes.



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