sábado, 31 de julio de 2010

Gente conversa

Beatriz Actis


… y luego
regresar en la noche a nuestro cuarto
para aceptar lo inaceptable.

János Pilinszky



Bebíamos cerveza
en la noche
bajo la luz de la terraza,
y sobre los faroles cubiertos por insectos
permanecían las estrellas.
“En esta ciudad, la cerveza es un refresco”, dijo la amiga.
“Granadina”, pensé,
mientras el calor subía desde la lajas,
el calor que nos había perseguido
desde las primeras horas de la mañana.
Con la lucidez que parece que se tiene
para juzgar la vida de los otros,
hablábamos sobre el poeta
muerto de cirrosis.
“Es una pena”, dijimos.
“Un vértigo, una blasfemia”.
“Nos privó de su obra”.
“Injustificable”.

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